Seguro que muchas de vosotras envidiáis la piel de las mujeres japonesas, es blanca, impoluta, llena de luminosidad, y aunque hay que reconocer que tienen a su lado la genética, el clima y la alimentación, también tiene mucho que ver el método Saho.
El método Saho es un ritual de cuidado facial que se inspira en el código de protocolo que suele regir la ceremonia japonesa del té y ayuda a conseguir una piel perfecta gracias a la doble limpieza, doble hidratación y doble aplicación.
Los centros de estética eligen el método Saho
El método Saho es un ritual de cuidado facial que como os he comentado se inspira en la ceremonia japonesa del té, y contribuye a que luzcamos una piel perfectamente cuidada gracias a una serie de pasos que os voy a explicar con detalle:
Paso 1 – Doble limpieza facial – Se aplica un limpiador con textura oleosa que sirve para eliminar las impurezas del rostro, como pueden ser restos de maquillaje y grasa. Después, con un limpiador de textura jabonosa se eliminan los restos de polvo, sudor y las células muertas.
Paso 2 – Doble hidratación – Otra vez se realizan dos procesos, en primer lugar se aplica una loción o tónico hidratante por la cara, y cuando la piel ha absorbido el producto, se aplican otros productos específicos para diferentes zonas, como pueden ser el serum, un contorno de ojos, etc.
Paso 3 – Doble Aplicación – Aquí se refiere a la forma en que se extienden los productos. En primer lugar, se calienta la crema que se va a aplicar con las palmas de las manos y se extiende sobre el rostro mediante un suave masaje. El segundo paso consiste en repetir el proceso, calentando con las manos pero sin crema e ir colocándolas sobre el rostro ejerciendo ligeras presiones para favorecer la penetración de la crema anterior.
De momento, el método Saho se realiza de manera exclusiva en el centro de belleza Sensai, en el que los terapeutas limpian y purifican la piel con la doble limpieza, hidratan y nutren con la doble hidratación y finalmente maximizan la penetración y absorción de los productos gracias a la doble aplicación.
Como ves este proceso requiere, a parte de mucha paciencia, doble ración de todo, se puede decir que la forma de actuar durante todo el proceso es más largo que lo que se aplica.
Como dato curioso, las mujeres japonesas primero calientan la palma de la mano y luego extienden la crema o el producto que corresponda mediante suaves masajes. De este modo el producto penetra mucho mejor porque los poros del cutis se abren por el calor…
Aunque el resultado profesional siempre será mejor, el método Saho también lo puedes realizar tú misma en la comodidad de tu casa, yo llevo muy poco tiempo con esta técnica pero voy notando sus múltiples beneficios, eso sí, me cuesta bastante seguirlo porque necesito mucho tiempo y por las mañanas suelo ir siempre deprisa.
El método Saho requiere de paciencia y de constancia para obtener los resultados deseados. Además este tratamiento se puede realizar en todo tipo de pieles, solo hay que utilizar los productos adecuados para cada persona.