Lammily, así se llama la versión «más humana» de la muñeca Barbie, que llega para combatir ese ideal que todas tenemos de belleza imposible y que esta muñeca ha encarnado desde que se creó en el año 1959.
Lammily tiene las caderas anchas, no lleva tacones y a veces tiene acné, igual que la mayoría de las mujeres, es decir, se trata de una Barbie pero con medidas realistas.
La belleza real de Lammily
Nickolay Lamm es el creador de Lammily, un buen día se hizo una pregunta, ¿cómo sería una muñeca Barbie con las medidas más realistas? Esa pregunta le llevó a diseñar una nueva muñeca pero con las proporciones medias de una joven de 19 años. El resultado fue Lammily, una muñeca con sus defectos y sus virtudes, igual que una mujer cualquiera.
«Lammily representa la idea de ser fiel a uno mismo en un mundo que demasiado a menudo nos hace perseguir fantasías inalcanzables«, explica el creador de la muñeca.
Este diseñador gráfico ha creado a Lammily para promover «la belleza de lo real«, es por eso que el 5 de marzo de este año ya lanzó una campaña de financiación colectiva llamada ‘crowdfunding’ en la que 13.621 personas pudieron financiar esta idea y se encargaron más de 19.000 muñecas que recibirán en sus casas a partir de ayer Viernes día 28 de Noviembre 2014.
Cómo comprar la muñeca Lammily
Lammily se puede adquirir a través de la web de la muñeca y tiene un precio de unos 25 dólares (unos 20€), esta original muñeca tiene el pelo castaño con volumen, suele vestir camisa y pantalones vaqueros, no lleva casi nada de maquillaje y siempre lleva unas cómodas zapatillas deportivas.
Lammily se diferencia de la muñeca Barbie en que la segunda tiene los pies arqueados para poder llevar tacones, pero Lammily se puede sujetar sola sobre una superficie plana porque tiene el cuerpo articulado para hacer deporte y los pies más planos.
Una muñeca con cicatrices, estrías y granos
Puedes adquirir un pack más completo por seis dólares más (aproximadamente unos 5€) que consta también de 38 pegatinas de vinilo con las que se puede customizar a Lammily para que parezca más real. Estas pegatinas tienen la imagen de celulitis, acné, cicatrices, lunares, pecas, heridas, tatuajes, gafas, manchas e incluso picaduras de mosquito.
Muchos son los grupos de niños y niñas de un colegio de Pensilvania que han comentado al ver la poco convencional muñeca: «Se parece a mi hermana», «es fuerte», «no es como otras muñecas», «parece una persona real», «podría hacer todas las actividades que yo hago«.
Y cuando se les ha preguntado por qué profesiones podría ejercer, ell@s responden: «profesora», «piloto», «informática», sin embargo, cuando se les pregunta por lo mismo con Barbie, ell@s la imaginan como «modelo», «maquilladora» o «sin trabajo».
En la prueba que ha hehco Lamm, la última pregunta fue «¿que muñeca se parece más a ti?», a lo que todos los niños respondieron sin dudar: Lammily.
«Quiero que los accesorios de Lammily sean el reflejo de la vida real en miniatura. La imagino leyendo libros que informen y tocando instrumentos que la eduquen«, ha explicado su creador.
«La imagino construyendo su propia casa, cultivando su propio jardín, mientras aprende sobre plantas y vegetales«, ha añadido.
Lammily llega pisando fuerte y queriendo arrebatar el terreno a Barbie, como una alternativa más realista, porque la muñeca Barbie transmite, sobretodo a las niñas, unas medidas imposibles que siempre se ha caracterizado como una chica guapa, a la moda y muy femenina.
Lo curioso es que la llegada de Lammily ha coincidido con el libro «Puedo ser ingeniera informática» que ha levantado un sinfín de críticas por sus diálogos en los que, por ejemplo, la muñeca pide ayuda a sus amigos «hombres» porque ellos lo hacen más rápido…
Estoy convencida de que Lammily va a causar furor entre las niñas y seguro que les ayudará a disfrutar de sus cuerpos tal y como son y no con un pensamiento desde bien pequeñas estereotipado. Os dejo el vídeo de la expectación que tuvo entre los niños esta nueva muñeca: