Seguro que pro tu cabeza ya comienza a rondar la idea de comenzar a tostarte bajo el Sol y lucir un moreno envidiable, pero, si te pasa como a mí, que en lugar de ponerte morena lo que coges es un rojo «guiri» que no te vale nada más que para ser mofa de tus amigas, lo ideal es pasar del Sol y apostar por lo seguro, los autobronceadores.
Pero usar los autobronceadores no es una tarea nada fácil, porque, puedo contar con las manos y me faltan dedos, las veces que he usado uno de estos productos y he terminado pareciendo un oso panda, así que hoy os voy a dar unos tips para que a vosotras no os pase lo mismo.
prueba de que usar un autobronceador es la actriz Lindsay Lohan que todavía no es capaz de aplicarlo correctamente y luce de esta guisa en más de una ocasión…
Lo primero que debes tener en cuenta para lograr una piel bronceada artificialmente es que esta debe estar perfectamente limpia, seca y libre de células muertas o cualquier impureza porque de lo contrario, se corre el riesgo de que las zonas que no estén bien exfoliadas, logren un tono más oscuro que el resto del cuerpo.
Así que antes de nada, hazte un peeling por todo tu cuerpo, no olvides ni un pequeño tramo, comienza por los pies, sube por los tobillos y ve realizando movimientos circulares. Recuerda darle una atención muy especial a las zonas rugosas, como por ejemplo tobillos, rodillas, codos y muñecas.
Una vez realizado este proceso, debes secar perfectamente la piel, ahora le toca el turno al autobronceador. Normalmente los autobronceadores se venden en forma de gel, spray o incluso mousse, porque nos permiten que se absorban más rápido y penetren más profundamente en la piel.
Coge el producto en pequeñas cantidades y ves aplicando por secciones, aplica el autobronceador de abajo hacia arriba, insistiendo mucho en la aplicación del producto para que no queden cortes, por ejemplo en la zona del pie y el tobillo, o en rodillas y codos, ahí hay que poner poca cantidad pero debemos asegurarnos de que toda la zona tiene producto.
En la zona del rostro debes tener mucho cuidado, evita la acumulación excesiva de autobronceadores en las cejas, porque puedes crear un exceso de color. Otra zona delicada es la línea del nacimiento del cabello y la frente, o la que separa las orejas del resto de la cara.
Una vez aplicado el producto, no olvides lavarte concienzudamente las manos, insiste sobretodo en las uñas y en los nudillos, porque si no lo haces, esto provocará que los agentes bronceadores pueden provocar que las manos tengan un color más oscuro que el resto del cuerpo.
Una vez aplicado todo el autobronceador, recuerda esperar unos 5 minutos antes de vestirte, y después de las horas de la aplicación, debes notar como la piel comienza a tomar el tono deseado. Algo muy importante, escoge un buen producto, que no manche la ropa, tanto de vestir como toallas o sábanas.