La piel no es perfecta, la que no tiene ojeras, tiene bolsas, o si no acné maduro, o incluso rojeces, es por eso que tiene mucha importancia el tipo de correctores de maquillaje que usemos para lucir un rostro natural y creíble, no como el que hace poco vimos en Angelina Jolie que parecía que se había comido una ensaimada y no se había limpiado…
No solo hay que aprender a dominar el arte del uso de los correctores de maquillaje sino también el buscar la textura adecuada, y el color que se adapte a nuestro tono de piel.
Hay correctores de maquillaje para todas las necesidades y hoy voy a mostrarte los más comunes para que tengas una idea:
1. Verde – Se usa para ocultar las rojeces, las espinillas o las venitas que aparecen alrededor de la nariz y de las mejillas. Incluso te ayudará para disimular cicatrices.
2. Amarillo – Estupendo en el caso de que tangas ojeras con tonalidades moradas, pero que no sean demasiado marcadas.
3. Azul – Ideal para mujeres con piel oscura o negra, sirve para lograr un tono de piel más igualado. También va muy bien, en el caso de que te hayas aplicado mal el autobronceador y te hayan salido manchas más oscuras.
4. Naranja – Lo contrario del anterior. Si tienes la piel muy blanca y las venas azules se ven mucho, este es tu corrector.
5. Morado – Ideal para tonos aceitunados o pieles asiáticas, porque cubre las zonas amarillas o las manchas.
6. Rosa – Si tienes la piel opaca, este corrector le dará vida, luminosidad, queda muy bien como iluminador en las pieles blancas.
7. Blanco – Es el indicado para esconder las zonas rojas y para iluminar, no abuses porque crearás el conocido efecto «mapache» que has visto en algunas famosas.
8. Piel – Si quieres que tu piel esté más viva, más despierta, lo ideal es escoger un corrector del mismo tono de tu piel bajo los ojos. Si tienes unas ojeras oscuras pero no son profundas o que tiran a lila, rojo, amarillo, etc.