Muchas veces, nos resistimos a buscar en la naturaleza todo lo que esta nos puede ofrecer a la hora de cuidarnos tanto por dentro como por fuera, este es el caso de los múltiples beneficios del agua salada.
El agua es nuestro bien más preciado, y ocupa unas dos terceras partes de nuestro planeta y es uno de los fluidos más abundantes del cuerpo humano. Hoy te voy a hablar de las ventajas que tiene beber agua con sal marina.
Beneficios del agua salada
Beber agua a diario es fundamental para nuestro organismo pero si se combina con otros elementos, puede ser la combinación perfecta para que mejoremos tanto físicamente como en nuestro interior.
Recientes estudios han demostrado que beber agua salada con sal marina natural tiene numerosos beneficios para nuestra salud.
Seguramente, cuando has ido a la playa, al salir del mar te has sentido muy bien, esto es algo muy normal, porque bañarse en agua salada tiene unas sensaciones de placer que afectan positivamente al cuerpo.
El agua salada se recomienda muchísimo en personas con problemas en la piel, como puede ser acné, quemaduras, dermatitis, psoriasis, eccemas, etc. Pero es que además es un estupendo tratamiento antiarrugas que proporciona más elasticidad a la piel, la hidrata y despierta a las células de los tejidos para mantenerlas jóvenes y activas.
Y es que el agua salada tiene propiedades antibióticas, antisépticas, y tiene un efecto exfoliante y nutritivo. Además también contiene gran cantidad de oligoelementos como sodio, yodo, zinc, potasio, etc.
Existen diferencias de beber agua de mar embotellada como la que se extrae directamente del mar. La primera es que la embotellada ha pasado por unos controles sanitarios por lo que se puede consumir sin problemas, mientras que beber directamente agua del mar es un riesgo porque no se sabe si tiene alguna sustancia contaminante.
Por si no lo sabíais, existen un montón de tratamientos de belleza que se realizan con agua salada. Ya os he dicho que beber agua salada tiene muchos beneficios, pero usándola externamente, por ejemplo, en la ducha, es un efectivo exfoliante. Por ejemplo, puedes probar a, con la piel húmeda, espolvorear sal por brazos y piernas e ir retirando con agua mediante un masaje suave. Si haces este proceso una vez por semana, eliminarás las células muertas y mejora la circulación de la sangre, además de que abre los poros para que la crema hidratante penetre más facilmente.
El agua con sal también es ideal como tónico facial, en pieles grasas, porque reduce los brillos y da un aspecto mate. Solo hay que meter en un bote con spray agua tibia y sal marina. Se deja reposar y después de usar tu limpiadora habitual, rocias el agua con sal por el rostro y vas dando ligeros toques con la ayuda de una toalla. Finalmente aplicas tu crema hidratante.
Otra estupendo truco es usar el agua salada para reducir la hinchazón de los ojos cuando despertamos y para que la piel luzca radiante desde por la mañana. Solo tienes que mezclar una cucharada de sal marina en un vaso de agua tibia. Metes unos discos de algodón hasta que se humedezcan bien, sacas el resto de líquido, te tumbas y pones sobre los ojos los discos durante unos 10 minutos, sin abrirlos para que la sal no te haga daño. Después aclaras con agua bien fría y la apariencia cansada ha desaparecido.
También tus pies te agradecerán un buen baño de agua con sal. Consiste en mezclar agua caliente y unas cuantas cucharadas de sal.Metes los pies en el cuenco hasta que el agua se vuelva soportable para ellos. Un estupendo truco para aliviar el dolor de los talones.