Seguro que muchas de vosotras tenéis manchas en la piel, existen algunas que son congénitas, por ejemplo las lesiones pigmentarias que tienen casi todos los bebés al nacer, que con el tiempo desaparecen, pero otras permanecen toda la vida e incluso se agrandan.

Muchas de las manchas en la piel que aparecen suelen producirlas los melanocitos, que son unas células que contienen melanina, que causa la mayoría de las lesiones pigmentarias.

El origen de las manchas de la piel, o por lo menos de las más frecuentes, son el aumento de la pigmentación, o sea el aumento de la melanina, pero también tienen origen vascular, tóxico, hormonal o provocadas por un cuerpo extraño o traumático.

Conocer y prevenir las manchas en la piel

Hoy te voy a explicar las diferentes manchas para que sepas reconocerlas a tiempo:

Lesiones pigmentarias – Estas manchas son causadas por los melanocitos, que por estímulo de las radiaciones solares y como protección, producen un exceso de melanina. Hay de diferentes tipos que pueden ser:

1. Efélides (pecas) – Son las más conocidas, se trata de unas máculas pigmentadas de pequeño tamaño, que tienen forma redondeada, y que se suelen localizar, sobretodo en las zonas más expuestas, como la cara, el cuello y los brazos. Suelen afectar a las personas que tienen un fototipo clarito. Suelen aparecer en la infancia y van aumentando con la edad de manera proporcional a la exposición del sol. Suelen ser de componente familiar y hereditario.

Ante las pecas no existe un tratamiento preciso, es ideal evitar la exposición al sol o, si lo haces, usar filtros de elevada protección.

2. Lentigos – Se trata de unas lesiones maculosas hiperpigmentadas de color marrón más o menos fuerte, de pequeño tamaño que suelen aparecer en la infancia y que van aumentando con el paso de los años. Se suelen diferenciar de las pecas porque no aumentan su coloración con la luz solar, y también por su localización, ya que pueden aparecer en la piel y las mucosas.

Conocer y prevenir las manchas en la piel

Existen de dos tipos:

-Simple – Que aparece en la infancia o adolescencia y no suele variar a lo largo de la vida.

-Senil – Aparece en edades avanzadas en cara, cuello y manos especialmente.

Para intentar eliminarlas, o por lo menos paliar su color, se usan tratamientos dermocosméticos como el peeling, el láser o la dermoabrasión.

3. Manchas café con leche – Son más grandes que las anteriores, ovaladas y con los bordes irregulares, se suelen encontrar en cualquier zona y tienen un color parecido al del café con leche. Suelen aparecer en la infancia o adolescencia pero se van haciendo cada vez más visibles.

Pueden aparecer de forma aislada o de forma múltiple, si aparecen más de seis manchas de tamaño superior a 1,5 cms o 2 se diagnostican como una enfermedad ectodérmica llamada neurofibromatosis.

El tratamiento es usar una protección solar elevada, y dependiendo del caso, cirugía convencional o láser.

Conocer y prevenir las manchas en la piel

4.  Nevus melanocítico (lunares) – Son lesiones redondeadas de pequeño tamaño, con los bordes bien definidos y de color marrón oscuro que se producen por el aumento de melanocitos que afectan a las diferentes estructuras de la piel. Hay de dos tipos: los adquiridos y los congénitos.

Suelen aparecer en las personas de raza blanca, independientemente del fototipo de piel, desde la infancia hasta que somos adultos, persisten en el tiempo, y se pueden tener entre 10 y 40 lunares a lo largo de nuestra vida.

Este tipo de lesiones deben ser vigiladas, y si cambian de tamaño, color o consistencia, un dermatólogo deberá indicar su tratamiento.

5. Mancha mongólica – Aparece durante el nacimiento o en las primeras semanas de vida, y se localiza en la región lumbar. Es de color azulado, única o múltiple y de diferente tamaño.

Se considera como una lesión melanocítica dérmica que se caracteriza por la abundante presencia de melanocitos. Su nombre se debe a que es más frecuente verla en personas de origen oriental. Esta lesión va desapareciendo de forma espontánea y no necesita ningún tratamiento.

Normalmente todas las patologías suelen ser benignas, pero para prevenir, es mejor vigilar las lesiones hiperpigmentadas de la piel de manera periódica para prevenir alguna lesión más grave.

Si descubres nuevas manchas, observas algún cambio en las que ya tienes, si notas que sangran o cambian de alguna forma extraña, son signos de alarma que debes tener en cuenta.

Comienza a sospechar de una patología si notas que es asimétrica, si tiene los bordes irregulares y quebrados, si su color varía o si comienza a aumentar de tamaño.

 

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