Seguro que te ha pasado en más de una ocasión como a mí, que todo el mundo te dice que comes muy poco, pero en cambio no pierde ni un gramo, al revés, engordas. Pues esto se debe a una hormona que se llama Cortisol.
El Cortisol también se conoce como la hormona del estrés. Se trata de una hormona que producen las glándulas suprarrenales y que en situaciones de estrés se dispara y llega a caer por tierra todas tus ilusiones por perder peso.
Cortisol, tu enemigo para adelgazar
El Cortisol se ha convertido en el gran enemigo de la salud en los países occidentales, y se relaciona con enfermedades muy serias como son la diabetes, hipertensión y pérdida de memoria. Y muchas veces es el gran responsable de que no pierdas peso y que además engordes.
Cuando estamos en una situación de peligro, nuestro organismo necesita tener más azúcar en la sangre, esto quiere decir que si te pasas el día continuamente estresada, la situación se vuelve crónica y esta respuesta del Cortisol al estrés se convierte en disfuncional. Tu cuerpo cree que estás todo el tiempo en peligro y el hígado no para de segregar más azúcar.
Por eso se dice que el estrés es tan peligroso, porque es un gran problema para nuestro organismo.
Si te agobia el trabajo, padeces de insomnio, tomas mucha cafeína o alcohol, te saltas alguna comida, etc, el organismo va a interpretar que estás alerta por lo que va a segregar Cortisol. El azúcar que se libera cuando el Cortisol está alto se encuentra en el torrente sanguíneo y no se convierte en energía. Esto hace que tengas más apetito y que busques alimentos altos en calorías.
Esta manera de comer tan impulsiva es muy complicada de controlar por lo que, supón que llevas una semana muy estresada, te aseguro que todos tus esfuerzos por adelgazar van a ser inútiles.
Así que si estás a dieta, algo que debes tener muy claro es que el estrés debes eliminarlo de tu vida…