Ahora que ya han pasado las fiestas navideñas y que ya has guardado el árbol y el Belén, te voy a hablar sobre las uvas. Sí, sí, ya sé que te las comiste el 31 de Diciembre, pero ¿sabías que también son un estupendo remedio natural de belleza?
Las uvas se han convertido en toda una revolución para el mundo de los cosméticos porque tienen muchas propiedades antiedad. Y vale absolutamente todo, desde las hojas, hasta las pepitas…
Un remedio natural de belleza que siempre está a mano
Las uvas son ricas en polifenoles. Son un tipo de sustancia que ayudan a proteger a la elastina y al colágeno cutáneo. También aportan elasticidad y firmeza, logrando un aspecto más joven.
Esta fruta contiene infinidad de vitaminas. Muy importantes son la vitamina B y el potasio, que ayudan a que la piel esté fuerte.
Tiene un elevado contenido en agua, por lo que es altamente hidratante y humectante. Y va muy bien especialmente para las pieles secas.
Se trata de un remedio natural de belleza que nos puede ayudar a mitigar los efectos que van tenido los años sobre la piel, porque reduce y actúa directamente sobre las arrugas.
Pero no hace falta que te gastes una cantidad indecente de dinero en cremas que contengan todas las propiedades de la uva. Porque existen algunas recetas caseras que puedes hacer sin problema.
Mascarilla de uvas para el rostro – Tritura con la ayuda de un tenedor un buen puñado de uvas. Agrega un par de cucharadas de yogur natural (sin azúcar) y mezcla hasta obtener una pasta homogénea. Aplica la mascarilla casera por el rostro y el cuello y deja actuar durante 15 minutos. Después, retira con abundante agua e hidrata tu rostro con tu crema habitual.
2 . Mascarilla para el cabello – Coloca en una licuadora las uvas de un racimo pequeño, y extrae su zumo. Aplica con cuidado ese jugo por el cuero cabelludo y por el cabello, dejando actuar durante 15 minutos. Puedes hacer un suave masaje sobre el cuero cabelludo, para que el zumo penetre mejor. Después lava tu cabello como de costumbre.
3 . Tónico facial – Coloca en una licuadora las uvas de un racimo pequeño (unas 15 uvas) y extrae el zumo. Pon ese sumo en un bote con tapa, preferiblemente que sea de vidrio. Con el rostro bien limpio, toma un disco de algodón y empápalo del jugo de uva. Pasa el disco por el rostro y el cuello, sin llegar al contorno de ojos. Deja que actúe durante 10 minutos.