En los centros de estética existen una infinidad de tratamientos que siempre prometen reducir nuestras medidas corporales, para lograr una figura estupenda, sobretodo antes de la llegada del Verano.
Claro, cuando leemos esos anuncios que nos prometen miles de beneficios sin pasar por quirófano y sin perjudicar nuestra salud, es por eso que hoy os vamos a hablar de la crioterapia, conocida también como vendas frías, un tratamiento que no necesita cirugía y que se adapta a nuestras necesidades.
Las vendas frías consisten envolver la zona que queramos tratar, ya sean piernas, brazos o barriguita, con unas vendas que se impregnan de un líquido que se compone de algas marinas, mentol y otras sustancias. Todos estos productos lo que hacen es que descienda la temperatura corporal.
De este modo, se acelera el metabolismo y las vendas frías hacen que consumamos más calorías para que la grasa se diluya más rápidamente.
Como consecuencia de este proceso, también se eliminan toxinas de forma más rápida, y se elimina también, de forma gradual, la celulitis e incluso las estrías.
Gracias a las vendas frías se tonifican los tejidos, por lo que notamos la piel más tersa y elástica. Notamos también unas mejoría considerable en la circulación de la sangre e incluso de las funciones intestinales ya que los músculos tienden a desinflamarse.
Hay quien se hace las vendas frías en casa, nosotras recomendamos que lo mejor es que este proceso lo realice un especialista, que sabrá qué cantidad de sesiones necesitamos. Lo ideal es de dos a tres sesiones a la semana, que durarán unos 20 minutos, y después de un mes, se comenzarían a ver los resultados.