La diatermia es un tratamiento estético que se ha puesto muy de moda en los últimos años, gracias a que casi no tiene contraindicaciones y que logra unos más que buenos resultados en el rostro o en otras partes del cuerpo.
La diatermia es una técnica innovadora y no invasiva que se basa en la transferencia de una corriente de alta frecuencia en el interior del tejido humano.
En resumen, la diatermia es, en definitva, un método de calentamiento de la epidermis gracias a la emisión de ondas magnéticas. La energía que desprenden estos aparatos específicos provoca una estimulación de las células y estas, gracias al calor, generan un pequeño movimiento.
El choque de las células logra que las toxinas salgan de la piel, mientras que ellas toman un nuevo «alimento». El cuerpo después de someterse a este tratamiento, genera por sí mismo colágeno y elastina naturales.
Para lograr que la diastermina funcione correctamente, la piel deberá estar perfectamente limpia, exfoliada u bien fresca, se aplicarán una serie de productos, dependiendo del resultado que se quiera lograr. Se trata de una serie de cosméticos y ungüentos ricos en oligoelementos, vitaminas o minerales que las células toman al realizar ese movimiento específico , por eso os decía antes, lo de que «toman un nuevo alimento».
En un principio, seguramente si os habéis realizado la radiofrecuencia, os parezca que es lo mismo, pero tienen unas pequeñas diferencias: La diastermia, actúa a un nivel más profundo de la piel calentándola, y la radiofrecuencia realiza pequeños pinchacitos en la piel, también para estimular las células.
Es usual que ambos tratamientos se confundan porque en los centros de estética, se suelen combinar en una misma sesión, pero os daréis cuenta de que se usan dos aparatos diferentes.
La diastermia en un principio se usaba en medicina para mejorar las lesiones de huesos y de los músculos que solían cursar dolor, aún sigue teniendo ese uso, lo único es que se ha demostrado su eficacia en cosmética.
Si os vais a someter a este tratamiento por primera vez, no os asustéis si notáis que al finalizar, la zona tratada presenta algunas rojeces, es normal, además los beneficios de este tratamiento, comienzan a notarse después de unos cuantos días. Eso sí, para lograr mayores y mejores resultados, se deben realizar varias sesiones de diastermia, porque una sola no sirve de gran cosa.
Normalmente, el aspecto de la paciente suele cambiar con un tratamiento semanal durante dos o tres meses. En el rostro se usa sobretodo para lograr una mayor luminosidad, tersura y para mantener una piel joven; Es ideal para eliminar pequeñas arrugas y marcas de expresión en la frente y en la comisura de los labios, para difuminar manchas benignas, para reafirmar y elevar el óvalo facial y para aportar un toque extra de brillo, nutrición y serenidad.
En el resto del cuerpo, este tratamiento es muy eficaz para difuminar las estrías (aunque no desaparecen del todo), se suele usar en tratamientos combinados para eliminar la celulitis rebelde, y es muy útil para reafirmar las partes más dañadas de la tripa, senos, manos y antebrazos.
Lo bueno que tiene este tratamiento es que, si se realiza correctamente, no tiene contraindicaciones, ya que en las sesiones no se inyectan productos, es el propio cuerpo que al someterse al calor, genera colágeno y elimina desechos y toxinas.
Pero como en casi todo hay personas que no pueden llevarlo a cabo, como personas con enfermedades cardíacas importantes o que lleven marcapasos, desfibriladores u otros elementos médicos.
Existen diferentes intensidades:
Baja: Se consigue efectos de bioestimulación de la matriz celular. No hay efecto térmico.
Media: Se logra un ligero efecto térmico. La bioestimulación es notable.
Alta: Se obtiene un marcado efecto térmico.