La anorexia o la bulimia son los trastornos alimenticios que más conocemos tanto por el impacto personal como mediático, pero hay otros problemas relacionados con la alimentación, como es la Edorexia que conllevan también graves problemas físicos y psicológicos.
Un investigador de la Universidad de Murcia, José Luis López Morales, ha dado nombre a un nuevo trastorno alimenticio, la llamada Edorexia, y en en este problema se engloba a las personas que tienen una dependencia o necesidad de abusar de los alimentos.
Ningún psicólogo hasta ahora había encontrado el por qué una persona no es capaz de parar de comer, y ningún nutricionista había averiguado el motivo de esta conducta, afirma el mismo José Luis.
Una persona que padece Edorexia abusa descontroladamente de los alimentos y tiene un apetito desproporcionado en relación con las calorías que realmente necesita su organismo. Además, la falta de actividad física, lugares estresantes u otro tipo de aspectos más concretos también se asocian a que este apetito aumente.
Los síntomas más claros para saber que una persona sufre de Edorexia es la dependencia o necesidad de abusar de los diferentes tipos de alimentos, el malestar psicológico que sufre esa persona cuando no puede comer, las ganas de evitar ser obesa, la pérdida del control mientras se está comiendo, y el consumo excesivo de cierto tipo de alimento para intentar paliar esa sensación de angustia.
Hay algo que se repite en todas las personas diagnosticadas: El gran placer al comer y la negación ante la obesidad.
Es muy curioso, porque según este psicólogo, lo que suele hacer una persona que sufre Edorexia es “ tiende a evitar la obesidad, y para hacerlo come menos de un producto que engorda y se sacia comiendo mucho más de otros. Este comportamiento le suele provocar estrés por no poder comer aquello que ls gusta, y a pesar todo, engorda más”.
En la actualidad, esta enfermedad es muy difícil de diagnosticar, y los tratamientos que se suelen usar consisten principalmente en la disminución de las calorías ingeridas y en el aumento del gasto de energía.
Pero claro, este tipo de tratamientos lo que hacen es que el enfermo baje de peso, pero sin embargo, la causa de esta conducta alimentaria sigue ahí y puede aumentar el riesgo de volver a padecer obesidad.
Lo ideal es personalizar el tratamiento, porque ninguna persona puede tratarse igual, ya que este problema viene desencadenado por un factor psicológico.
Abusar de los alimentos a nivel fisiológico crea una adicción a la comida, es un círculo vicioso, es decir, nuestro sistema nervioso necesita azúcares para funcionar, pero a su vez, estos, son capaces de alterar las membranas de las neuronas y mientras más azúcar tomamos, más azúcar demanda nos pide el cuerpo.
Pero no todas las personas obesas son adictas a la comida, en diferentes estudios se ha demostrado que hay personas «no obesas» que también son adictas a los alimentos. Por ejemplo, imaginad un atleta, está delgado, en un principio no debe tener ningún problema alimenticio. Normalmente este tipo de personas necesitan un tipo de alimentos porque su cuerpo necesita una demanda energética mayor, pues bien, esto, a la larga, puede generar en una dependencia alimentaria que se puede comprobar en el momento en que esa persona abandona el deporte por un tiempo. Este ha sido el caso de muchos famosos como Ronaldo, Induráin o el mismísimo Michael Jordan.
Las consecuencias que tiene la Edorexia, entre otras muchas son:
- Perdida de control ante alimentos
- Aislamiento, evitación de eventos sociales,
- Ansiedad
- Estrés
- Anhedonia – Incapacidad para experimentar placer, la pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades
- Alteración en el estado de animo
- Alteración en la memoria y en la concentración
- Alteración en el sueño
- Obsesiones sobre los alimentos y la alimentación
- Disminución del rendimiento laboral
Si crees que te sucede alguna de las pautas de las que te estoy hablando, no lo dudes, acude a tu médico y explícale tu caso, para que te pueda ayudar y verás que aunque te costará mucho, dentro de un tiempo disfrutarás de nuevo de la vida.