Ahora que llega el Verano nos entran unas ganas enormes de ver nuestra piel lucir bien morena, y por eso muchas apuestan por darse unas sesiones de rayos UVA.
Pero antes y después de realizar un tratamiento con rayos UVA hay que tener una serie de cuidado para que nuestra piel se mantenga sana.
Si tienes la piel muy clara, difícil de broncear y piensas que los rayos UVA son tu salvación, quizás te lleves una pequeña desilusión porque todo depende de la melanina que contenga tu piel. Te explico mi caso, hace ya la friolera de 14 años que me casé, soy blanca no, lo siguiente, con pecas, y para el gran día me apetecía tener algo de color, pues tuve que dejar de ir a los rayos UVA porque morena no me ponía pero me llené de pecas!! Es decir, las zonas que tenían melanina a raudales eran mis pecas que se multiplicaban y multiplicaban sin cesar…
Con eso quiero decir que por mucho que insistas en un tratamiento de rayos UVA, si tu piel dice que no se broncea, no lo va a hacer y debes extremar los cuidados porque estos son igual de perjudiciales para la piel que el Sol.
Por lo tanto, si tu piel suele quemarse con facilidad cuando tomas el Sol, al hacerte los rayos UVA te va a pasar igual, así que lo ideal es que uses protección como si te tumbaras a tomar el sol en la playa o en la piscina. Puedes apostar por usar cremas bronceadoras, o sprays con caña de azúcar que dan un moreno muy bonito y no dañan la piel.
Si te bronceas con facilidad, lo ideal es que te dejes aconsejar para ver cuantas sesiones necesitas, hay quienes lucen un moreno poco natural por haber abusado de estas maquinitas.
Siempre que vayas a empezar una sesión de rayos UVA unta sobre tu cuerpo una loción con SPF, y después del tratamiento no olvides hidratar nuestra piel.