El veneno de abeja es una alternativa natural y orgánica al bótox que se ha puesto muy de moda entre las famosas, y es que, según algunos estudios, tiene un efecto parecido a la toxina de serpiente, pero 30 veces superior a ésta.
El secreto mejor guardado de las famosas hasta ahora es embellecer gracias a la picadura de la abeja, el aliado perfecto para tener una piel maravillosa. Son muchas las celebrities que ya han confiado en los beneficios de la apitoxina como Kate Middleton, Claudia Schiffer, Victoria Beckham o Jennifer López.
El veneno de abeja favorece la circulación de la sangre, por lo que la piel aparenta un aspecto más joven. También es ideal para renovar la piel porque aumenta la producción de colágeno y la reparación de las células dañadas gracias a sus propiedades regenerativas y antibacterianas. Pero esto no es todo, porque además actúa como barrera protectora contra los radicales libres.
La apitoxina es lo que se usa como botox natural y concretamente se trata de el veneno secretado por las abejas obreras de varias especies, que emplean como medio de defensa contra predadores y para el combate entre unas y otras especies.
Este veneno no es una sustancia simple, sino que es mucho más compleja, lo más curioso es que los efectos que provoca se suelen atribuir a la acidez de su composición, pero realmente no es del todo cierto porque el ácido fórmico casi no está presente, y sólo procede de una de las dos glándulas que segregan el veneno. Una de ellas es ácida, pero la parte más activa es un líquido sumamente alcalino que se forma por una mezcla de proteínas.
En medicina no solo se usa para tratamientos de belleza, sino que la apiterapia o apixoterapia también se utiliza como un tratamiento complementario o alternativo para aliviar el reumatismo y otras afecciones de las articulaciones.
El efecto de la apitoxina está comprobado y su efecto lifting actúa rápidamente sobre los músculos faciales, pero también sobre las líneas de expresión y las arrugas.
El veneno de abeja es un potente botox natural pero también se usa para el pre y postoperatorio de las cirugías plásticas por sus increíbles efectos antiinflamatorios, regenerantes y antibacterianos.
En la actualidad existen cremas con veneno de abeja, ideales para pieles secas o maduras y se pueden usar tanto por el día como por la noche.
El veneno de abeja es mucho más eficaz si se le aplican al paciente diversas picaduras de las propias abejas o mediante la introducción del veneno en la piel mediante inyecciones.
En el primer caso lo que se hace es extraer de un frasco una abeja con unas pinzas, y se coloca a esta sobre el punto concreto en que el paciente debe recibir la picadura. Una vez que la abeja haya picado, el aguijón se mantiene en el interior de la piel entre 10 y 15 minutos y posteriormente se extrae con la ayuda de unas pinzas.
En la actualidad este método no se suele usar, sino que los especialistas han apostado por inyectar el veneno de abeja con la ayuda de unas inyecciones que se aplican en sesiones dobles semanales o más asíduamente dependiendo de las necesidades.
Pero este tratamiento no lo pueden realizar todas las personas, quedan excluidas las mujeres embarazadas o personas con enfermedades del sistema inmunitario.
Pero ¿realmente este producto es tan milagroso? la respuesta nos la da el doctor Ramon Grimalt, profesor de dermatología de la Universitat de Barcelona y de la Universitat Internacional de Catalunya. “En ningún caso, el veneno de abeja aplicado en forma de crema tiene ninguna acción sobre la musculatura que está por debajo”. Lo que ocurre, agrega Grimalt, es que “todos las cremas que son un poco irritantes -y aquí entra la familia de productos que empiezan con las letras ‘ac’ (lo que contenga un ácido, ya sea glicólico, retinólico, láctico, etc…)- comportan un efecto denominado flash. Eso quiere decir que si una persona se aplica una loción con retinol, inmediatamente la piel se le irritará, y al irritarse aparecerá un edema (la piel se hinchará). Cuando la piel se hincha, transitoriamente, vemos menos arrugas en la zona porque la piel está un poco más tersa, más brillante. Pero es una falsa sensación de mejoría”.
Así que como veis, el veneno de abeja no hace milagros, ni es la fuente de la eterna juventud, eso sí, os recomiendo que si vais a usar por primera vez algún tipo de crema que contenga algún tipo de «veneno», probadla antes en la cara interna de la muñeca, para aseguraros que no os produce ninguna reacción alérgica.