En más de una ocasión te he dado las claves para que aciertes con tu base de maquillaje según el tono de tu piel, pero hoy voy a ir más allá y te voy a contar algunos secretos de las famosas para encontrar la base de maquillaje perfecta teniendo en cuenta qué efecto buscas.
En el mercado existen un sinfín de bases de maquillaje, las hay líquidas, compactas, en crema, en polvo, en barra, etc y muchas veces cuando vamos a comprar una, no sabemos cuál elegir ni cuál es la que mejor va a funcionar según nuestro tipo de piel…
Logra una base de maquillaje perfecta
Si buscas que tu base de maquillaje te dé un toque natural y favorecedor es importante que escojas el tono adecuado pero también la textura idónea para que se potencie la belleza natural de tu piel.
Debes tener muy claro que la función principal de una base de maquillaje es unificar el tono e iluminar la piel, pero para lograrlo hay montones de opciones diferentes que logran este resultado, dependiendo del tipo de tono. Entonces, seguro que te preguntarás, ¿cuál es la base perfecta? ¿Cuál es la textura que mejor se adapta a mi tipo de piel? ¿Qué cobertura tienen las diferentes bases?
Vamos paso por paso, antes de escoger el producto, deberás tener en cuenta cual es tu tipo de piel para que la base se ajuste lo máximo posible a ella, deberá actuar como si fuera una segunda piel para que el resultado final sea el que estabas buscando. No solo vas a tener que fijarte en el color o la textura, sino también en el grado de cobertura que estás buscando.
Comencemos por las diferentes texturas:
1. Maquillaje fluido – Aporta un resultado natural porque unifica la piel y permite modular las zonas dependiendo de cómo lo apliquemos y de las capas que coloquemos del mismo. Tiene una más que buena ventaja ya que aporta luz al rostro y lo deja con un toque aterciopelado.
2. Maquillaje compacto cremoso – Tiene una cobertura media tirando a alta con un acabado sedoso y va muy bien para dar pequeños toques a lo largo del día. Ideal para llevar en el bolso y retocarnos en cualquier momento.
3. Maquillaje en barra – También conocido como panstick, es mu fácil de aplicar, solo tienes que saber que es muy pero que muy cubriente.
4. Maquillaje en polvo – Es de cobertura ligera y va muy bien para dar un pequeño toque a la piel pero sin que esta parezca maquillada. No tiene una gran cobertura ni dura demasiado por lo que se suele usar para retocar durante el día, para matificar o fijar las bases fluidas.
5. Maquillaje mousse – Aportan un efecto fresco y jugoso y son una buena opción para maquillar a diario una piel joven que no tenga que cubrir muchas imperfecciones.
Ahora que ya conoces para qué sirve cada textura, voy a dar paso a explicaros cuál es la ideal según el tipo de piel:
1. Piel normal – Cualquier base de maquillaje te va bien, solo deberás tener en cuenta el tono de tu piel y el toque final que busques. Si lo que buscas es igualar el tono usa por los polvos compactos, de este modo obtendrás un efecto «cara lavada», y usa bases fluidas en el caso de que busques algo que cubra más y sea más sofisticado.
2. Piel seca – En este caso, el objetivo de tu base no será solo embellecer sino hidratar tu piel y mantenerla protegida. Lo ideal es que optes por un maquillaje fluido enriquecido con algunos agentes hidratantes. Lo bueno de este tipo de bases es que dan más luz al rostro y lo dejan aterciopelado por lo que previene que se marquen las líneas de expresión o las arrugas durante el transcurso del día.
3. Piel grasa – Este tipo de piel es complicado a la hora de encontrar una base que cubra y mantenga los brillos a raya. Lo mejor es que uses una base libre de aceites que no obstruya tus poros y que ayude a mantener tu piel mate durante más tiempo. En este caso, lo más adecuado es un maquillaje compacto que absorba los brillos y permita darte retoques durante el día. Otra buena opción es una textura mousse que tenga una textura micro-aireada. En el mercado también hay bases fluidas sin aceites especiales para la piel grasa.
4. Piel mixta – Deberás buscar una base especialmente formulada para que cubra las necesidades de ambas zonas. Lo mejor es que optes por una base fluida de textura ligera y que, por supuesto, sea libre de aceite para controlar el brillo en la zona T pero que hidrate lo suficiente para que las partes más secas estén protegidas debidamente.
Para el día a día lo ideal es que uses bases minerales en polvo y deja las bases fluidas para aquellas ocasiones en las que quieras mayor cobertura.