Hoy os quiero contar mi experiencia con la base de maquillaje en formato stick de Maybelline, la verdad es que yo no suelo utilizar bases en formato stick porque me parece que me resecan mucho el rostro pero me animé con está y la verdad es que no me ha decepcionado.
El formato me parece muy práctico incluso para llevarlo en el bolso y dar algún pequeño retoque a lo largo de la jornada, en cuanto a tonos solo la he visto en tres tonos y el que estoy utilizando es el 130 (Buff Beige) mi piel es clarita y este tono me viene muy bien.
El stick viene con un núcleo central que contiene polvos matificantes que es lo que dicen que hace que la piel quede sin brillos, tengo la piel mixta con tendencia a grasa en la zona T y he comprobado que no me ha sacado brillos.
La aplicación me resulta muy sencilla yo lo que hago es que lo aplico directamente sobre el rostro formando rayas en la frente mejillas y barbilla y luego lo extiendo con los dedos, se extiende muy bien y deja el rostro uniforme y es cierto que la textura se vuelve polvo al aplicarla.
El único pero que le encuentro es en la cobertura que no me parece demasiado alta yo diría que es una cobertura ligera, si no tienes muchas imperfecciones en la piel te va a ir fenomenal pero si lo que quieres es cubrir alguna mancha, rojez, granitos etc desde mi punto de vista esta base no te va a servirse va a quedar corta.
En cuanto a la duración me aguanta bastante por lo menos a mí me aguanta 6 horas intacta y creo que está bastante bien para ser una base que no tiene larga duración.
En resumen estoy contenta con esta base de maquillaje que me parece perfecta para usarla a diario y que tiene una buena relación calidad-precio, yo la compré por 8 € en perfumerías primor pero podéis encontrarla en cualquier perfumería o grandes almacenes. Hace poco probé otra base de maquillaje por si os interesa comparar.