La piel se puede clasificar de muchas formas, según el tipo, según la edad biológica, según el estilo de vida y dependiendo de la estación del año, etc…

Y es que, además, no es lo mismo pasar unas vacaciones en la nieve que en la costa, ni una dura jornada de trabajo en una oficina que en el campo, ni la piel de una persona fumadora a la de una que esté libre de radicales, todo varía y mucho…

Los cambios de la piel

Para que comprendas el por qué tu piel es de una manera y la de tu amiga de otra, lo primero que tienes que saber es que las células de la piel de una persona joven tardan aproximadamente 28 días en llegar a la superficie y descamarse, pero en la piel madura, necesitan más tiempo y se suelen acumular más células muertas.

tipos de piel

Una célula en su viaje, desde la lámina basal hasta la superficie, puede tardar más o menos dependiendo de otros factores que también pueden contribuir a ralentizar el ritmo de renovación celular, como pueden ser la exposición a los rayos UV, la falta de sueño o la nutrición…

En las pieles jóvenes, la melanina se distribuye de una manera uniforme por lo que el tono de piel es más homogénea.

Cuando se realiza un diagnóstico de la piel, hay que tener en cuenta todos los aspectos, para poder prever que va a necesitar la piel a cada momento.

La piel según la edad

La piel a los 20 años – Aunque pienses que tienes la piel perfecta y que no necesitas demasiados cuidados, lo siento pero también necesita una serie de mimos. En un cutis joven es prioritario la protección solar, una buena hidratación y controlar las impurezas.infografía tipos de piel

Por eso es muy importante que lleves un ritual de higiene diario, dar a la piel una hidratación adecuada y cuidar adecuadamente las imperfecciones como acné.

La piel a los 30 años–  A esta edad es cuando el ciclo de renovación de las células comienza a volverse más lento, y es por eso que la piel no se sostiene tan bien como antes y le comienza a costar defenderse por ella misma.

Tanto los factores externos como internos si son estresantes, influyen mucho en la piel, lo mismo sucede con la exposición prolongada a los rayos UV, esto último ocasiona un tono menos uniforme y aparecen también los primeros signos de envejecimiento como son las líneas de expresión o la pérdida de luminosidad, entre otros.

La piel a los 40 años – El proceso de regeneración de la piel se ralentiza más. Los daños que le hiciste a tu piel en el pasado, ahora es cuando comienzan a pasar factura y se acumulan las lesiones en la elastina, el colágeno, la fibrilina y la fibronectina, cosa que hace que se note la piel menos firme.

Las líneas de expresión son cada vez más visibles y las arrugas más profundas, entre otros factores determinantes.

La piel a partir de los 50 – En este caso, normalmente, también influye la menopausia. Los niveles de hormonas descienden y la piel se vuelve más frágil y fina, y el contenido de colágeno se comienza a reducir.

El mecanismo de defensa ante los rayos UV se ve debilitado y es más propensa a que aparezcan las temidas manchas de la piel. Las arrugas se vuelven más profundas, por lo que hay que tener una mayor hidratación y nutrición.

Así que sabiendo ya que cada tipo de piel varía según multitud de características, lo ideal es que confíes en buen@s profesionales para que te indiquen qué tratamientos son los más adecuados para ti.

 

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