Lo siento pero no, yo suelo seguir las tendencias, pero en este caso me niego, y es que por mucho que Stuart Vevers nos quiera vender la moto de que el pelo graso es super cool, quienes sufren de un cuero cabelludo con mucha seborrea saben que es una auténtica condena.
Pero, por fortuna, con unos cuantos cuidados el problema del pelo graso se puede llegar a equilibrar adecuadamente.
La solución al pelo graso
Hasta cierto punto, es necesario que las glandulas sebáceas segreguen algo de sebo porque es esencial para lubricar adecuadamente el cuero cabelludo y para proteger la cutícula del cabello.
En condiciones normales, esa producción de grasa es casi inapreciable desde el exterior, pero existen claves genéticas para que un cabello sea más graso que otro.
Hay veces que las glándulas sebáceas, ya sea por causas genéticas u hormonales, o enfermedades, comienzan a segregar más sebo del que se desea y ahí es cuando comienza el problema.
Existen muchos factores externos que pueden influir en que tengas el pelo graso, como una mala alimentación. Si consumes muchos alimentos grasos o con exceso de conservantes, es posible que se desencadenen algunos desarreglos hormonales o nerviosos que pueden llegar a estimular la producción de grasa.
También una carencia de vitamina B, biotina o vitamina B7, que son las responsables del control correcto de la piel y del cabello, pueden hacer que los mecanismos de grasa se descontrolen.
El consumo de tabaco también influye en la producción de un exceso de sebo, al igual que el alcohol.
El estrés o la falta de sueño llegan a crear alteraciones en las hormonas que dirigen a las glándulas sebáceas, por lo que sí que puedes notar un exceso de grasa en el pelo.
Hay quienes aconsejan exfoliar el cuero cabelludo, pero lo cierto es que solamente se debe hacer si este lo necesita, eso lo tiene que determinar tu dermatólogo o especialista capilar.
Por fortuna este trastorno suele ser pasajero, y es más habitual en gente joven porque tienen las hormonas revueltecillas. Con el paso de los años, el cabello, lo mismo que la piel, tiende a resecarse más.
Para tratar un pelo graso, lo ideal es acudir a un dermatólogo especializado en problemas capilares ( tricólogo) para que determine las causas del exceso de sebo. No vayas a comprar corriendo un champú al super o a la farmacia, porque en la mayoría de los casos suele aliviar los síntomas pero pueden causar un efecto rebote.
Pero hablando de champús, lo mejor es que optes por utilizar uno ligero, de uso diario, que no contenga siliconas, con pH neutro y con aceites esenciales que traten las glándulas sebáceas como por ejemplo la hierbabuena, la ortiga o la menta, que equilibran el cuero cabelludo; eucalipto y el zinc que son antibacterianos; arcilla blanca para eliminar la grasa; y jazmín para desestresar el cuero cabelludo, entre otros muchos.
El pelo graso no depende de que te lo laves más número de veces sino que que lo laves con el producto adecuado.
Cuando vayas a lavarte el cabello, no frotes y frotes como si estuvieras fregando una sartén, hazlo con suavidad, realizando un suave masaje por todo el cuero cabelludo.
Verás como poco a poco puedes ir controlando el exceso de grasa en el cuero cabelludo y, por consiguiente, en tu cabello.